sábado, 8 de junio de 2013

Contaminación en Cumaná. Ciudad culta que llegó a ser denominada la Atenas de América, en la actualidad se muestra con gran deterioro, y con mayor agudeza en los aspectos socio-ambiental. De ahí que un grupo de personas y grupos con conciencia ambientalista se hayan integrado en un gran trabajo para proponer lo que denominan el Plan Integrado Ecológico Cumaná 500 Años( fuente: Rafael Marín)

Cumaná otrora ciudad culta que llegó a ser denominada la Atenas de América, en la actualidad se muestra con gran deterioro, y con mayor agudeza en los aspectos socio-ambiental. De ahí que un grupo de personas y grupos con conciencia ambientalista se hayan integrado en un gran trabajo para proponer lo que denominan el Plan Integrado Ecológico Cumaná 500 Años


jueves, 6 de junio de 2013

comercio y medio ambiente
Sociólogo Carlos Velásquez
El comercio mundial se ha convertido en una de las actividades más pujantes del ser humano, sobre todo a partir  de la segunda mitad del siglo XX. En esta entrega hago algunas reflexiones que considero muy importantes y actuales en materia de ambiente, en medio de las múltiples manifestaciones y respuestas que se producen en todo el mundo en defensa del mismo, algunas sinceras y otras que solo sirven para tratar de ocultar sus culpas y su verdadera participación en su deterioro, tal es el caso de Estados Unidos que hasta se retiró una vez de la sala de discusiones de “La Cumbre de Río”, cuando le pidieron ejercer mayor control en la cantidad de desechos contaminantes en muchas de sus fábricas e industrias, se marcharon porque consideraron que menos oneroso era hacer aportes para las campañas en pro de la defensa del ambiente que tomar medidas efectivas. Lo peor del caso es que los norteamericanos en esa oportunidad (como casi siempre) eran uno de los países abanderados en materia ecológica, se la pasan imponiéndole controles a todo el mundo, a la vez  que son la negación de su propio discurso.
Bien, pasemos ahora a hacer algunas consideraciones que nos permitirán entender la situación planteada de manera más objetiva. En ese sentido, tenemos que el comercio  puede tener,  efectos positivos y negativos sobre el ambiente. Por ejemplo, la expansión económica impulsada por el comercio genera recursos que pueden ser utilizados para que las comunidades protejan mejor su entorno y la apertura comercial puede facilitar la difusión  y distribución de productos y servicios beneficiosos para el ambiente. Pero lo contrario también ocurre, cuando tenemos que la liberación comercial puede llevar al público productos dañinos para el ambiente acelerando con ello su deterioro. Existe, la gran preocupación al utilizar la balanza y percibir que los efectos negativos superan los positivos, de allí que cada vez sean mayores los controles internacionales, como las que se aplican a la mayor parte de las exportaciones venezolanas, las cuales se desarrollan en sectores potencialmente peligrosos para el ambiente, tal es el caso del petróleo, carbón, aluminio, cemento, minería, petroquímica,  entre otras.
El afán de querer resolver los problemas ambientales mediante la imposición de restricciones comerciales ha conducido a desarrollar una variedad de mecanismos de control: aranceles, prohibiciones de comercios, normas,  etc. Pero la pregunta inevitable es ¿cuán eficientes han resultado estos mecanismos?, basta echar una mirada a nuestro entorno y leer los trabajos recientes publicados en la prensa sobre los profundos daños que se están ocasionando al ambiente, como el recalentamiento del planeta y sus consecuentes alteraciones climatológicas que traen consigo efectos desastrosos a muchos pueblos. El problema en sí no es el comercio, las causas deben buscarse en fallas de los mercados y los gobiernos. Entre las deficiencias más notables del mercado tenemos que: el carácter público de la mayor parte de los recursos naturales puede llevar a la excesiva explotación, esto debido a que no hay dolientes directos de lo que pueda ocurrirle a los recursos pesqueros o forestales. Por otro lado, las fallas del gobierno ocurren cuando las políticas públicas no logran corregir o, incluso empeoran fallas del mercado. Por ejemplo, como en actualidad, el gobierno se propone ocupar  territorios despoblados para impulsar la agricultura, esto evidentemente traería consigo el uso de una serie de productos químicos, que aunque sean importantes para la producción agrícola,  no dejan de tener su impacto negativo, además del deterioro de los bosques que deben   ceder su espacio a la “nueva” actividad económica.
La nueva conciencia en materia de ambiente por parte de los consumidores, la aparición de nuevas cláusulas comerciales en los acuerdos ambientales multilaterales, las campañas impulsadas por organizaciones internacionales de índole no gubernamental están generando cambios importantes en la forma como se comercian productos en el mundo y crean nuevos retos para la internacionalización de las empresas, particularmente las de los países subdesarrollados. La discusión sobre cómo lograr un mejor balance entre el comercio y el ambiente está en la palestra mundial. Sin embargo, dudamos de que los resultados sean equitativos, puesto que son los países con mayor desarrollo los que tienen también mayor poder de negociación. De allí que probablemente la interposición de los intereses particulares priven sobre los colectivos. Finalmente, no debemos decaer en la lucha por un mejor medio ambiente, recordemos que para poder exigir debemos dar el ejemplo, y no ignorar que un nuevo orden y reajuste de concentración de poderes a escala mundial  se avecina y con ellos otros niveles de participación para los llamados países subdesarrollados.                                                    
Docente Universitario(UDO)